Por esta vez cierra tus ojos,
escucha mi voz y deja envolverte,
que entre besos y caricias voy a tenerte
ylos miedos alejaré de nosotros.
Por esta vez deja que lleve tus lágrimas a un lugar lejano,
hasta repetir cien mil veces que te amo
y no dejarlas regresar a menos que sean de alegría.
Por esta vez déjame ser tu compañía,
de noche, de día, a toda hora,
no dejarte ni un instante,
ni un instante dejar de amarte.
Por esta vez déjame estar cerca,
tomar tus manos, rozar tus mejillas,
derramar en tu corazón mi vida,
volver en dulces sueños tus pesadillas.
Por esta vez déjame perderme en tu mirada,
que seamos cuerdos en nuestra locura,
que nos despojemos de toda duda
y decirte que eres mi amada.
Por esta vez déjame amarte,
déjame escribir una poesía,
al ritmo de la melodía
que solo tu logras inspirarme.
Por esta vez déjame darte todo lo que tengo,
demostrarte que mi amor es para siempre,
que mi corazón no miente
y que te ama en lo eterno.
Hazlo… déjame… al menos solo por esta vez.
(«Por esta vez déjame llevar tus lágrimas a un lugar lejano, hasta repetir cien mil veces que te amo y no dejarlas regresar a menos que sean de alegría». Esta frase es una de las que más me ha gustado de todo lo que he escrito.)